SESIÓN 2
Introducción
Para
enseñar a los niños un lenguaje interior, por el que se den instrucciones a sí mismos,
hemos formulado cuatro preguntas.
¿Qué tengo que hacer?
¿De cuántas maneras puedo hacerlo?
¿Cuál es la mejor?
¿Qué tal lo hice?
Es
esencial que aprendan a formularse esas cuatro preguntas y a responderlas
adecuadamente. Si eres tú quien hace las preguntas, los niños no las
internalizarán; en cambio, si se hacen a sí mismos la primera pregunta, se
darán cuenta de que se trata de centrarse en su trabajo. La segunda pregunta
fomenta los planes alternativos. La tercera pregunta introduce la idea de elegir
entre varias soluciones posibles, según sean las consecuencias de cada una de
esas soluciones.
Las
respuestas que dan a la cuarta pregunta, “¿Qué tal lo hice?”, consisten muchas
veces en una sola palabra: bien, muy bien, mal. Para conseguir una evaluación
verdaderamente crítica, la técnica más eficaz es un buen modelado por tu parte.
Por ejemplo, después que les has modelado una tarea, decir: lo hice deprisa y
sin hacer ruido; seguí muy bien el plan hasta el final; pensé maravillosamente
las distintas alternativas; lo de quedarme en mi sitio lo hice regular, pero
acabé el trabajo; me esforcé todo lo que pude, etc.
En
esta sesión 2 deberán copiarte, como “gatos copiones”, mientras tú les haces de
modelo al colorear una figura geométrica sin salirte de los bordes.
Cuando
les modeles esta actividad, usa frases cortas, para que puedan repetirlas con
facilidad. Y en un momento determinado debes modelarles frustración después de
cometer un “error”. En tu modelado, también debes insistir en generar
alternativas.
Objetivo
Trazarse
un plan adecuado para colorear un dibujo, en respuesta a la segunda pregunta,
“¿de cuántas maneras puedo hacerlo?”
Materiales
1.
Dibujos para colorear, lápices de colores, los 4 dibujos del niño y la niña que
tienen que hacer un mural.
Jugando
al gato copión
Vamos a jugar al gato copión.
Recuerden que deben decir lo que yo diga y hacer lo que yo
haga. Yo voy a colorear una figura y ustedes harán lo mismo, pero en el aire,
sin colorear todavía, aunque copiándome en todo.
Mantén el
lápiz de color en alto hasta que veas que todos los niños y niñas están atentos
y preparados para copiarte.
Voy a pensar en voz alta/ ¿Qué tengo
que hacer?/ Tengo que colorear esta figura/ sin salirme del borde/ ¿De cuántas
maneras puedo hacerlo?/ Pues puedo hacer con cuidado lo cercano al borde y
luego ir rápido por el centro,/ o al revés, empezar por el centro y luego ir
con cuidado al acercarme al borde./ Ese es mi plan./ Voy a empezar. (Poco
después cruzas la línea del borde y dices con frustración: ) ¡Vaya! Me
equivoqué/ por ir demasiado deprisa./ Me salí de la raya./Bueno, no importa,/
tendré más cuidado./ ¿Qué tal lo hice?/ Lo hice
lo mejor que pude./ Cuando tuve cuidado/ no me salí de la raya./ Estoy
alegre
Se da la
señal de dejar de copiar.
Hazles
ver que te equivocaste cuando fuiste aprisa y sin pensar; por eso conviene
hacer las tareas despacio y pensando lo que se hace.
Presentación
de los dibujos del niño y la niña
Ahora
se trata de presentar a los niños el caso de Carlos y Elena (o puedes preguntarles
qué nombre les quieren dar). Recuérdales cuáles son las cuatro preguntas
mágicas y a continuación les vas presentando los cuatro dibujos de Carlos y
Elena, que estarán dispuestos a recordar a todos esas cuatro preguntas cuando
sea necesario.
Explícales
que Carlos y Elena se plantearon esas preguntas cuando tenían que hacer un mural sobre la conservación del medio ambiente, que
les había encargado el profesor o profesora.
También se les dice que las tres primeras preguntas se hacen antes de
empezar a trabajar y la cuarta se hace cuando se ha terminado.
Antes
de que los niños resuelvan el problema que les vas a presentar, discute con
ellos varios planes, para que así ejerciten el pensamiento alternativo. Puedes
decirles algo así:
Yo usé el plan de empezar a
colorear la figura por la parte cercana al borde y luego ir hacia el centro.
También lo podías haber hecho al revés. ¿Se les ocurren otros planes posibles
para colorear una figura cualquiera?
Si
a los niños y niñas no se les ocurren planes alternativos, sugiéreles tú
algunos: apretar mucho o poco el lápiz, usar varios colores, dividir la figura
en cuadritos y colorearlos de distintos colores, etc.
Actividades
para pensar en voz alta
Entregas a cada niño un dibujo sencillo en blanco y negro, apropiado a
su edad y les pides que los coloreen, pero haciéndose las preguntas mágicas y
respondiéndolas : ¿qué tengo que hacer?, ¿de cuántas maneras puedo hacerlo?
(proponer al menos dos o tres), ¿cuál es la mejor?. Cuando terminen de colorear
se deben hacer la última pregunta: ¿qué tal lo hice?
Luego presentas a toda la clase un mismo problema (por ejemplo, quiero
ir al fútbol y no tengo dinero; o, se ha perdido algo en la clase y dicen que
yo lo he tomado, etc.) Les das unos cinco minutos para que lo discutan en
grupos de cinco, usando las cuatro preguntas. A continuación, haces una puesta
en común, que puede ser exclusivamente sobre la segunda pregunta, es decir,
sobre las alternativas que hayan encontrado para solucionar el problema.
Para terminar, les recuerdas que las cuatro preguntas de Carlos y Elena
son muy útiles para solucionar problemas y les insistes, en concreto, en la
importancia de pensar en todas las alternativas posibles, antes de decidir.
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